Me acuerdo de ese tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban con un piedra, papel o tijera.
Me acuerdo de la canción: Zapatito blanco, zapatito azul, dime cuantos años tienes tu.
Cuando se podían parar las cosas que se complicaban con un simple: Pido!
Los errores se arreglaban diciendo: No vale, de nuevo, de nuevo.
Tener plata, sólo significaba poder comprarme unos caramelos a la salida del colegio.
Hacer un castillo de arena , podía mantenerme felizmente ocupada durante toda una tarde.Cuando se podían parar las cosas que se complicaban con un simple: Pido!
Los errores se arreglaban diciendo: No vale, de nuevo, de nuevo.
Tener plata, sólo significaba poder comprarme unos caramelos a la salida del colegio.
Para salvar a todos mis amigos, bastaba con un grito: Pica para mi y para todos mis compas!
Siempre descubría mis habilidades mas ocultas a causa de un: A que no te animás a... o un: El último que llega pierde!
Era lo único que me hacía correr como loca hasta que el corazón se me salía del pecho.
Los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado.
La palabra 'GUERRA' sólo significaba arrojarse bolitas de papel durante las horas libres en clase (cosa que lo sigo haciendo).
La mayor desilusión era haber sido elegida última en los equipos del recreo en el colegio.
Cuando ganarme un helado era la mejor recompensa de mis papás.
Cuando me tiraba en alguna fiesta emocionada por los caramelos de la piñata, y sacarle las rueditas a la bici significaba un gran paso en mi vida.
Cuando el negocio del siglo era cambiar las figuritas repetidas por la que hacía tanto tiempo que buscaba.
Cuando ponerme una remera de mamá a modo de vestido me hacía soñar y subida en cualquier escalón deseaba con todas mis fuerzas poder ser una princesa.
Todas estas simples cosas me hacían feliz, no necesitaba nada más que una pelota, unas muñecas y un par de amigos y amigas con los que jugaba durante todo el día.
Pude recordar todas estas cosas de cuando era una nena inocente y SONREÍ, eso significa que aún me queda parte de la nena que fui.